DOS CLAVES: dejar atrás a Grecia en ética y adelantar a Chipre en innovación.

Y a pesar de todo lo vivido y observado sigo pensando y proponiendo dos claves para la crisis, la ética y la innovación. Me mojo. Añadan las suyas. La salida de la crisis del país y la mejora económica de España vá íntimamente ligada a la reforma de las empresas y organizaciones más rígidas, algo de lo que se habla muy poco, pues de ética ni se habla y de innovación se habla pero no se paga. Una de las preguntas que me hago es el porqué de la enorme distancia que existe entre el discurso de los teóricos de la empresa y la empresa real. Estudiar y creer en aquellos me han ampliado el conocimiento pero también me ha costado algún disgusto. En cierta ocasión, un cazatalentos me dijo que lo que más odia los gerentes de empresa es un teórico. El teórico pasa pocas veces a la práctica, pues vive de algún instituto o universidad, lo malo es cuando un empleado sigue determinados consejos, como por ejemplo, implicarse, dar ideas, cuando una empresa pide dos manos difícilmente soporta un cerebro, aunque los códigos de la cultura organizativa inciten a darlo todo, al empleado, casi nunca se escucha, se impone el deber de participación porque se espera muy poco, y no se reconoce el derecho a participar porque es muy fácil vampirizar el capital intelectual de un empleado. Por eso en España se habla de innovación en los discursos más serios y pocos se implican en los objetivos de empresa, porque quien crea y dice es el que más se expone, hacia lo nuevo. La ética es discurso y comunicación, es teoría y es acción, no sé si habrá casos en las que haya sido, mediación y auditando, porque tres son las auditorías: económica, legal y ética. En la Edad de la Ética, ese concepto que he creado para salvar distancias con la Imagen y sus mentiras, la ética será el tercer círculo sobre el que se gestionará la confianza, en base a la crítica, el cruce de conocimiento, la transparencia y la comunicación de todos, esto al menos nos acercaría a niveles respirables de democracia, también en la empresa competitiva e innovadora, en las organizaciones decentes y no autoritarias. El Beni