OCCIDENTAL HOTELES ESPAÑA, RÉQUIEM

Esta organización es un caso a estudiar de lo que supone un desequilibrio en la balanza intangible, de no invertir en innovación, de no administrar bien la confianza. Una organización es un bien para el país y un fluido en el tiempo. Siempre pensé como empleado e investigador por mi cuenta que Occidental Hoteles debía estar entre las mejores compañías hoteleras del país. Contribuí al advenimiento de los nuevos socios con mi proyecto Napoleón, ¿capitales trémulos, capital riesgo, capital derroche..., repercusión de costes en socios y/o empleados?, no lo sé. El conflicto es muy caro y la armonía barata, por eso propuse o intenté desde proyecto Wellington un cambio rápido y de bajo coste desde una organización autoritaria y sin discurso ¿donde están? a una organización de conocimiento y comunicación, pero sin una ética dialógica y decente eso es imposible. Los conflictos tienen sus amantes y en ellos se fraguan muchas carreras, porque en el conflicto el management de turno se luce y se hace necesario y en cambio quien critica, dice y crea se expone a lo peor. Occidental Hoteles, en España, desgraciadamente, es la escuadra de Cervera, buques hundidos y marineros quemados ¿se salvarán las colonias?. el Beni.