Acabo de ver en directo y por televisión el excelente discurso de Antoni Brufau. Aunque todo se explica con las dos frases del presidente mexicano: los paises en vías de desarrollo necesitan inversión y nadie invierte dónde se le expropia, razón frente a sentimiento, el peronismo. Todas las empresas españolas deberían estar revisando sus estrategias y contabilizando el daño colateral de esta crisis, supongo bajadas en bolsa, beneficios en warrants, pérdida de imagen, y aumento del riesgo. Dice Brufau que le han aplicado una ley de Videla ocupando la sede, pero el sentimiento antiespañol está en los himnos criollos de tiempos de la independencia, ya en Venezuela se desenterró la momia de Bolívar y es que el cono Sur está regresando sentimentalmente al siglo XIX, y España corre el peligro de ser la marca de caín de las desgracias económicas de latinoamérica. Podría la presidenta argentina acordarse de que, la última colonia en europa está en España y se llama Gibraltar, en vez de arremeter contra nuestros intereses ahora que se cumple el aniversario de las Malvinas.
Si un Estado puede expropiar, puede renegociar y la clave estará en los que compren ¿franceses? ¿chinos?. Quizá le faltó a Brufau hacer hincapié en todo el gasto de inversión riesgo que ya se ha hecho, pues uno supone el esfuerzo logístico y de investigación en el hallazgo de Vaca Muerta, que supondría trece mil millones de beneficios, que serán más, pues siempre cabe la sospecha de que la goma se estire o se suelte según el truco de cada jugador, de momento nos ha pegado en los dedos. El que venga se ahorrará todos esos costes del descubrimiento y sólo tendrá que meter la jeringa en la roca y se lo llevará muerto, como la vaca que da nombre al yacimiento. Todo el esfuerzo de una compañía eficiente como es Repsol, que ha llevado coherencia, productividad, empleo y respeto a los yacimientos maduros, se viene abajo, por la legitimidad de un poder político que lleva la marca de Perón y el voto argentino. Da lástima ver a esa mujer hablando de su esposo y cumpliendo la promesa de devolver YPF a Argentina. No sólo se llevó algún que otro sopapo según dice la prensa rosa también hablaban en la cama, por lo visto. Argentina, un país culto, brillante, creciente y vá esta señora en estado de iluminación nerviosa y vuelve a cargarse su futuro ¿la dejarán? o saldrá en helicóptero de la casa rosada como el otro. Creo, con Brufau, que el bien de Argentina, vá ligado al bien de Repsol, pues la crisis de confianza espantará a los inversores prudentes, pero también es verdad, que llegarán los buitres, pues se duda que Argentina pueda gestionar por sí sola las bolsas calientes de crudo y gas. Joder, que eficientes somos en el exterior y qué ineficaces en nuestra propia economía interna. Es un acierto discursivo y que además los hechos demuestran que no son retóricos sino parte de la misión, que el presidente de Repsol-YPF vincule la simbiosis entre su organización y ambos países. El bien de Repsol-YPF, de Telefónica, de BBVA, etc, es el bien de España y el bien de Argentina. Nada más y nada menos, pero por ese método nos pueden arramplar el mercado argentino, venezolano....no podemos permitir que lo que es un país independiente hace siglos nos trate como colonos depredadores, el espíritu criollo ya tiene un chivo expiatorio y, me temo, que es España. Ojalá que la mediación del gobierno español dé sus frutos, pero el sentimiento es más suicida que la razón y el factor confianza ya está perdido para el futuro inversor en el mercado argentino y, a nosotros, nos pueden tomar por dengues.
El Beni. 17 de Abril de 2012
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