"Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo."...." es decir....buscar el sentido de todo lo que nos rodea." MEDITACIONES DEL QUIJOTE, José Ortega y Gasset.."

martes, 27 de noviembre de 2012

Ética Bruta y RSC. La España apalancada.

      Reconozco que el tema moral es antipático, aunque urgente y también necesario. Investigar sobre la ética sitúa las sombras por delante del caminante, como el minero tosco que tiene que buscar el mineral de oro para luego ser lavado, pulido, repujado y usado. A golpe de pico y sudor poético vamos hacia la luz, falta el oxígeno, el grisú, los bronquios se cascan, España necesita Oro bruto y líquido, oro industrial. España fue el Tema durante generaciones de intelectuales, tradición con cumbres: Larra, Unamuno, Ortega, Marañón..., nuestros clásicos, cientos, hasta que el tema de España pasó de moda y el moralismo - que mal suena - se quedó en una excrecencia marginal, a ver quien es el guapo que se atribuye hoy una verdad moral, fuera del consenso conveniente o convenido. Nos queda el diálogo y la pluralidad de discursos.
   La ética de empresa creó el eufemismo de responsabilidad social, pues la imagen corporativa se debe a su razón instrumental, y salirse de la autorefencia de la propia circunstancia es trabajar el oro y la ganga, algo obscuro, aunque la joya de deba al mineral. El factor empresa, globalizado, no puede olvidar las raíces de sus marcas, aunque externalizar en América y otros puntos del globo se haya vuelto más rentable, dejaría a España como un solar de cabras. Seis millones de parados. Una Marca sin raíces es más frágil, creo. No entiendo muy bien toda esa emoción permanente por China, la verdad, entiendo que el empresario que invierte en China es chino de alguna manera, pero, en la imitación, pregunto, nos comeríamos un inmenso Politburó, una gerontocracia de ese tipo en nuestros gobiernos, en la ciudad del Circo de Alcorcón, por ejemplo. Queremos lo mejor de cada lote, no el contenedor entero.
    Cabe la reflexión metaética y uno querría que en términos dialógicos, busque en los consejos de administración de cualquier compañía un debate ético, los habrá.
    La pasión nacionalista juega en contra de la idea de España, y el zarandeo europeo no ayuda. Creo melancólicamente en Europa, es decir, con frustración, y fué misión de aquellos intelectuales situarnos a su nivel, modernizar España. El nacionalismo nunca detiene la demanda, pues crea su identidad en oposición a España, luce sus logros y traspasa la responsabilidad de sus desastres al debe de la nación. 
La Cataluña de Mas, hipotéticamente independiente pediría Las Islas Baleares o parte de Aragón al día siguiente de plantar sus mojones. España es un horizonte de sentido y no hay mejor razón que salir de esta crisis, entre todos, pero tenemos que estirar la goma, decirlo todo y quedarnos con la verdad bruta y neta, no con la tautología, soy el que soy, es que España es España, eso que tanto odiaba Roland Barthes en sus Mitologías. España está apalancada, pero pagaremos todas las deudas, no hay duda, y saldremos adelante, es hora del discurso, de la crítica y del proyecto, sin olvidarse de la cultura y su valor, el máximo olvido en la urgencia del recorte. 

El silencio, significa.
el Beni poeta y humanista

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